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La vida está llena de días especiales, tanto en relación con otras personas como con las circunstancias, que recuerdan la pérdida de un ser querido de forma aguda.

 Estas fechas, colectivamente conocidas como “días festivos”, incluyen el día del padre o de la madre, de los novios o del amor, del trabajo y de los difuntos; asimismo, las fiestas nacionales, la pascua y la semana Santa, las reuniones familiares anuales, los aniversarios, los cumpleaños, el cambio de estación, hora y día de la semana del fallecimiento, otros días conmemorativos y, muy particularmente, la Navidad.

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4 comentarios

  1. Es necesario comprender que en situaciones de crisis por aniversario el paciente puede nuevamente encontrarse vulnerable y presentar conductas, comportamientos y actitudes regresivas. Así mismo es necesario explicarle que lo que está sintiendo y pensando es completamente normal y esperado para de esta forma seguir generando en el doliente un sentimiento de fe y esperanza de que podrá gradualmente irse recuperando.

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